Como extraer y almacenar semillas humedas Posted on 25 Mar 22:13 , 0 comments

La semilla es la parte de un fruto que contiene el germen de una nueva planta. Cuando se establece un huerto utilizando semillas tradicionales de polinización abierta podemos obtener semillas de los frutos para hacer nuevas siembras. Usualmente en el huerto encontramos dos formas de semillas, las semillas secas y las semillas húmedas. Se puede decir que las semillas secas son aquellas que no están envueltas o adheridas en la pulpa del fruto. Un ejemplo de las semillas secas son los granos como las habichuelas, el gandul, etc. Por otra parte las semillas húmedas están envueltas o fuertemente adheridas a la pulpa del fruto. Ejemplos de semillas húmedas pueden ser las berenjenas, los tomates, la parcha, etc.  La extracción y almacenamiento de las semillas secas es relativamente sencilla. Basta solo con retirarlas del fruto y permitirles estar bajo la sombra por 3 días y ya estarán listas para su almacenamiento. Sin embargo las semillas húmedas requieren un manejo especial y mayor cuidado, tanto en el proceso de extracción, así como para obtener un buen secado y almacenamiento.

Entre los mayores inconvenientes que tiene el huertero cuando quiere extraer y almacenar semillas húmedas son problemas con la despulpacion, deficiencias en el secado y por consiguiente la aparición de hongos, mohos y manchas que terminan arruinando la calidad de su semilla. Para evitar estos inconvenientes lleve a cabo el siguiente procedimiento cuando desee extraer y almacenar semillas húmedas.

  1. Seleccione los mejores frutos para extraer sus semillas. Asegúrese que estén bien maduros. En el caso de berenjenas estas se deben dejar que se pongan color amarillo para poder sacarle sus semillas. Utilice un cuchillo para abrir los frutos en dos partes.
  2. Llene un envase con agua limpia y al extraer las semillas déjelas en agua durante 3 días.
  3. Las semillas pueden ser extraídas manualmente, utilizando el cuchillo o una cuchara y en otros casos, como con los tomates, exprimiendo el fruto dentro del envase de agua.
  4. Una vez pasados 3 días se procederá a colar el agua donde reposan las semillas utilizando un colador. Es posible que observe algún grado de fermentación en el agua que contiene las semillas, lo cual no afectara la semilla siempre y cuando las retire a tiempo en el plazo de 3 días.
  5. Una vez cuela las semillas procederá a lavar las semillas poniendo el colador bajo un chorro de agua limpia. Podría ser necesario que friegue un poco las semillas contra la malla del colador para permitir una mejor limpieza de las mismas.
  6. Una vez tiene sus semillas limpias deberá dejarlas secar durante 3-4 días en un lugar bajo sombra. Para un mejor secado puede esparcir sus semillas sobre una caja de cartón o sobre un plato amplio. Es importante que las semillas no queden muy amontonadas porque se retardaría el tiempo de secado y podrían aparecer crecimiento de hongos. Puede ser útil inspeccionar las semillas cada día y revolverlas diariamente con el fin de obtener un secado uniforme.
  7. Pasado el tiempo de secado las semillas le quedaran perfectamente despulpadas y limpias listas para su almacenamiento.
  8. Recuerde rotular sus semillas con el nombre de su especie o variedad y fecha de almacenamiento. Puede colocarlas en una bolsa de papel o dentro de un recipiente de vidrio. Si no va a utilizar sus semillas pronto, guardarlas dentro de la nevera puede ayudar a prolongar la vida útil de las semillas hasta por varios años.